Nuestra mayor riqueza
- Lisbeth G. Flores R.
- 18 may 2017
- 1 Min. de lectura

Todos los pueblos tienen una herencia cultural que le es propia, la cual define su comportamiento actual y futuro. La mayoría reconocemos fácilmente nuestro patrimonio en las costumbres ancestrales, los ritos, edificios antiguos, vestigios arqueológicos, etc. ¿Pero nos damos cuenta verdaderamente del patrimonio que se está formando HOY? ¿Valoramos lo que producimos hoy, y le damos el cuidado necesario para que esa creación perdure en el tiempo?
De eso trata la conservación del patrimonio: en primer lugar identificar y valorar nuestro patrimonio, constituido en edificios, obras de arte, objetos arqueológicos, costumbres, leyendas, tradiciones, vestuario, joyas, mobiliario, entre otras manifestaciones, y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para transmitirlo a futuras generaciones

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